miércoles, 28 de julio de 2010

En pura pelota


Motivo de un gran tratado de sociología, podría ser el querer identificar desde cuando le dio al hombre por ofrecer la desnudez de su cuerpo, como trofeo por el logro de un objetivo o como ofrenda por un favor o deseo complacido. Posiblemente alguno asegurará que esta costumbre es inveterada, otros podrán decir que es algo de los últimos tiempos. Yo por lo menos, no creo que por ejemplo el Rey David haya salido en pelota por todo Israel, celebrando el haber descalabrado a Goliat con una piedra lanzada con su honda, tampoco creo que hubiese esperado que muchos siglos después, en 1504, alguien como Miguel Ángel Buonaroti, inmortalizara su figura totalmente desnudo, protegido únicamente por la piedra en la mano derecha y la honda en la izquierda; a pesar que esta gesta de victoria contra el mal, si que merecería cualquier tipo de simbología. Como también la amerita el David de Miguel Ángel, pero el Rojas de Bogotá, que simulando la monumental escultura de Florencia Italia, retrató al soldado José Alejandro, a quien una mina quiebra patas le cerceno parte de su pierna izquierda, aquí por el contrario, se inmortalizo el triunfo del mal que en Colombia hemos padecido durante las últimas seis décadas. Ambas expresiones artísticas contaran a través de la historia, que ha pasado en el mundo y quienes han sido sus protagonistas.
Quedará para la historia a través de los desnudos, la evidencia de la genialidad de hombres, que mediante el arte, fueron capaces de mostrar lo que la especie humana ha vivido. Por muchos siglos seguiremos viendo la Venus en el espejo de Velásquez, el nacimiento de Venus de Botticelli, la maja desnuda de Goya, las tres gracias de Rubens, el jardín de las delicias de El Bosco, el barreño de Degas, el origen del mundo de Gustave Coubet, mujer desnuda de Toulouse Lautrec, las señoritas de Avignon de Picasso, desayuno en la hierba de Manet, manzanas en el paraíso de Débora Arango, frente al lago de Marco Tobón Mejía, los desnudos con naturaleza muerta de Botero y las fotografías de André Brito, entre muchos otros. Con seguridad cuando alguien vea estas obras recordará algo importante en la vida de la humanidad.
También tengo la certeza que en muy pocos días, al ver a una voluptuosa latina en cualquier revista, nadie sabrá que es Larissa Riquelme, una paraguaya a quien le pareció que la forma de pasar a la historia, era prometer que se desnudaría si Paraguay clasificaba a las semifinales en el mundial de 2010. Como tampoco hará historia, tal vez si el ridículo, Sofía Vergara si por ganarse un premio de actuación saliera a trotar viringa por Los ángeles. ¿Cuántos esperaban que Argentina ganara el mundial para ver a Maradona empelota al lado del obelisco en buenos Aires? y ¿cuántos lamentaron su eliminación, más que por el futbol, por la frustración de no ver semejante escena?. Tampoco creo que el triunfo de España en el mundial, mereció todo el esfuerzo de sus jugadores, no por la copa, si no para lograr que el mundo viera a Enrique Iglesias esquiar desnudo en Miami. Lo que si pasará a la historia, es el exhibicionismo de una generación de figuras efímeras, que lograrán mas por sus escándalos que por sus obras. Como también trascenderá una generación voyerista, que le importa más que el arte el artista y más que el artista lo que este tiene, sea mucho o poco. Esto sucederá, gracias a algunos medios de comunicación insulsos, que creen que la única forma de darle sabor a su ejercicio profesional o la mejor forma de ganar audiencia, es darle un titular a quien se inventa cualquier razón para andar por ahí, en pura pelota.

miércoles, 21 de julio de 2010

EL DERECHO A LA OPORTUNIDAD


Fueron muchas las cosas y los servicios que en materia de salud, tuvieron que mejorar en Colombia por imposición de los jueces, después que los ciudadanos encontraron como mejor herramienta para invocar la protección y el goce efectivo de su derecho a la vida y a la salud la figura de la acción de Tutela. Muy injusto es, que los ciudadano tengan que acudir a los estrados judiciales para reclamar derechos por los cuales ya ha pagado y de los cuales su EPS debería tener pleno conocimiento de su responsabilidad. Esta no es una acusación irresponsable en contra de estas entidades, es una afirmación sustentada en los diferentes estudios hechos por la Defensoría del Pueblo, en los que se indica que más del 56% de las tutelas interpuestas buscando proteger el derecho a la salud y a la vida, son en reclamación de servicios incluidos en el Plan Obligatorio De Salud (POS).

Ante el incremento desproporcionado en la utilización de este mecanismo, que en los dos años anteriores ha aumentado en más de un 280% con respecto al año inmediatamente anterior y teniendo referentes como Antioquia, en donde a la sola Dirección Seccional de Salud, le interponían en el año 2008 más de 50 acciones de Tutela por día, siendo esta una de las causas importantes de el déficit de esta institución, no solo en nuestro Departamento sino en todos sus similares en el resto del territorio nacional. En el años 2008 la Corte Constitucional en revisión de más de un centenar de tutelas reclamando derechos a la salud, emite la Sentencia T-760 en la cual hace un recuento de lo que es el derecho a la vida, el derecho a la salud y la salud como un derecho fundamental y al amparo de estas definiciones, tutela el derecho a la salud de los demandantes y establece términos perentorios para que el Estado cumpla con la obligación de protegerle a los ciudadanos este derecho y evite que sea a través de mecanismos judiciales la forma como los colombianos puedan acceder a los servicios de salud.

Los logros a partir de este fallo y con normas como la Ley 1122, las decretos de Emergencia Social derogados o con efecto diferido y la reciente Ley por la cual se destinan rentas de destinación específica para la salud, entre otras, están ayudando a que el sistema trate de ser más eficiente, pero hay un principio incumplido, sobre el cual aun no vemos normas efectivas, es la oportunidad, principio fundamental de un sistema de salud efectivo. En Colombia el 87% de las tutelas interpuestas para proteger la salud, son falladas a favor del demandante, muchas veces con errores crasos de los jueces por falta de evidencia científica. Pero ese otro 23% en muchas ocasiones no se fallan porque ya el demandante murió. ¿Cuántos serán los colombianos que en un hospital de primer nivel en cualquier municipio, se complican o fallecen esperando a que su EPS autorice su traslado, les consiga una cama en un nivel de mayor complejidad, les dé una cita con un especialista o les autorice un tratamiento, sin la posibilidad siquiera de ir a interponer una acción de Tutela?

La tan mencionada y necesaria reforma del sistema de salud colombiano deberá tener como principios fundamentales: la sostenibilidad financiera que ha de incluir la solidaridad, la subsidiaridad y la complementación estatal; la igualdad que comprenderá la accesibilidad, la integralidad y el plan único de beneficios; la universalidad, y como eje rector o principio de principios la oportunidad en la atención.

jueves, 15 de julio de 2010

“Panis et circenses”

Posiblemente para muchos, la polémica que se ha generado en Medellín por la celebración del bicentenario ha pasado desapercibida o simplemente algunos la pueden considerar una pelea más de políticos. Pues ni lo uno ni lo otro, ni falta de importancia ni rencillas politiqueras; aunque la cifra verdadera nadie la ha contado, algunos hablan de 2100 millones de pesos y otros alcanzan a decir que son 3000 millones, lo que se piensa quemar en pólvora el próximo lunes 19 de julio desde las 6:30pm en el paseo del río. Este valor si merece la atención de todos, políticos o no.
El argumento, que es un espectáculo de talla internacional no es suficiente. No serán muchos los antioqueños, colombianos o extranjeros, los que llegaran a Medellín solo por presenciar este espectáculo. No serán muchos los medios de comunicación de talla mundial los que vengan a cubrir esta fugaz exposición de arte efímero y con toda seguridad no habrá ningún turista, inversionista o simple desprevenido que quiera venir e invertir en Medellín por que en algún medio se registro este acontecimiento, por más que quien lo ejecute sea Cristophe Berthonneau a quien no se le niega el reconocimiento por su experiencia y capacidad en este arte.
Argumento sería, saber cuánto beneficio le genera a la ciudad en promoción turística o como destino de eventos, cuantos recursos nuevos percibirá la economía de la ciudad como resultado de la inversión hecha para este espectáculo. Lastimosamente tendremos que registrarlo, en lo uno y en lo otro la cifra será insignificante.
Alcalde, muchos habitantes de Medellín no quieren ver su platica quemada en un espectáculo de una hora. Menos en una ciudad donde la pobreza abunda y quienes quieren salir de ella encuentran funcionarios que desde su administración se lo impiden, persiguiendo desde la Secretaria de Salud a los pequeños empresarios, cerrándoles las peluquerías, panaderías, pequeños y grandes restaurantes, salsamentarías, etc. Porque supuestamente no cumplen las normas sanitarias. ¿Sabe cuántos negocios de estos podrían adecuarse, si destinara esos recursos en micro créditos de 2 y 5 millones de pesos?
Supuestamente la inversión para este espectáculo la hará en un 70% la empresa privada. Ojala la alcaldía fuera igual de diligente para conseguir recursos y financiar programas que prevengan y mitiguen los riesgos de actividades que se estimulan con eventos como estos, por que serán muchos los que deslumbrados querrán hacer lo mismo o por lo menos algo similar en sus fiestas de cuadra, en las marranadas o los sancochos de barrio. Bueno sería que la secretaria de salud fuera capaz de conseguir una suma similar para concientizar a los ciudadanos de no quemar pólvora en sus festividades. Solo en el mes de diciembre de 2009 en Medellín se registraron 88 quemados por pólvora y en Antioquia 199. Cifra que se podría reducir si la inversión de la alcaldía en estas campañas superara los 400 millones que invirtió el año anterior, que sumados a los 362.5 millones que invirtió la Gobernación, solo alcanza a ser el 36% de la platica que se va a quemar en una hora, el próximo lunes en aras del bicentenario de la independencia.
Alcalde, celebre el bicentenario de la independencia de nuestro pueblo liberándonos a los habitantes de la ciudad de esa sátira romana, expresada por Juvenal desde el siglo I y hoy todavía vigente: “panis et circenses” para el pueblo. La ciudad necesita más que pan y circo.

jueves, 8 de julio de 2010

"Efecto diferido"


Terminando la actual legislatura, el Congreso de la Republica aprobó el proyecto de Ley 280, por el cual se destinan rentas de destinación específica para la salud, tratando de subsanar de esta forma el grave déficit que viene presentando este sector desde hace muchos años. Déficit que el Presidente de la Republica, quiso intervenir con la expedición de los decretos de Emergencia Social dictados en diciembre de 2009 y enero de los corrientes. Todos conocemos cual fue el final de estos decretos, que si bien en muchos casos eran necesarios, la forma como fueron elaborados, a escondidas y sin considerar a las partes involucradas, llevaron al rechazo general de los colombianos. Pero adicionalmente, su sustento no fue considerado como válido por la Corte Constitucional, que en sentencias emitidas el 16 de abril de este año, declaro inexequibles la totalidad de estos.
Sin embargo, ante la gravedad y el riesgo de la situación de salud en el país, la Corte en un fallo del cual se apartaron cuatro magistrados, utilizó la figura del “efecto diferido” para el Decreto 127 del 21 de enero de 2010, que buscaba modificar el impuesto sobre las ventas aplicable a la cerveza, los juegos de suerte y azar, consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, y de cigarrillo y tabaco elaborado, destinando estos ingresos al sistema de salud. Determinó este tribunal, que dicho Decreto mantendría su vigencia hasta el 16 de diciembre del 2010, fecha para la que el Congreso de la Republica, debería tramitar y aprobar una ley que sustituyera con igual beneficio este Decreto. Esta fue la razón por la que el Congreso tramito el proyecto de Ley 280 de 2010, mediante el cual el Gobierno Nacional espera recaudar, según cuentas de pesimistas y optimistas, entre ochocientos mil millones y un billón doscientos mil millones adicionales para el sistema.
Nadie podrá negar la importancia de estos recursos nuevos, pero definitivamente la salud en Colombia no podrá salir de su crisis, mientras los actores no asuman su responsabilidad a cabalidad o en tanto el Gobierno no tenga mayores herramientas de inspección, vigilancia y control, que le permita poner en cintura a aquellos que desde alguna de las instancias del sistema, están debilitando a otros sectores.
Solo en el transcurso de esta semana, los medios de comunicación han informado sobre el déficit de Metrosalud, del hospital de Ciudad Bolívar, del hospital de Apartadó, del hospital de Yarumal, del hospital de Puerto Berrío, del hospital de Guatapé donde sus funcionarios tuvieron que entrar en cese de actividades. Las dificultades de estas entidades mencionadas y de muchas mas de diferentes niveles de complejidad, tanto públicas como privadas, tienen un común denominador, la altísima cartera de las EPS del régimen contributivo y subsidiado. Son estos intermediarios los que tienen en gran medida desequilibrado al sistema y los que cada vez obligan por la vía del no pago, de las glosas o de la negociación de tarifas a que la calidad y la oportunidad del servicio ofrecido por los prestadores sea más deficiente.
Urge en Colombia a demás de las medidas tributarias que garanticen nuevos recursos, medidas para fortalecer a la Superintendencia Nacional de Salud y convertirla en el eje integrador del sistema de inspección, vigilancia y control, y así garantizar la efectiva prestación de los servicios de salud. Igualmente se requiere regularizar y agilizar el flujo de recursos entre pagadores y prestadores de servicios, corrigiendo fallas y demoras injustificadas, al igual que mejorando la gestión gerencial en los prestadores de servicios, tal como lo consideraban los decretos 126 y 133 dictados al amparo de la Emergencia Social y sobre los cuales, lastimosamente la Corte Constitucional no consideró el “efecto diferido”.

jueves, 1 de julio de 2010

¿Qué pasa con los jóvenes?


Aun que para muchos es evidente la razón por la cual el profesor Antanas Mockus perdió las elecciones, hay una situación que para algunos aun no tiene una explicación válida ¿Cómo en tan poco tiempo esa gran euforia ciudadana pasa a ser tan solo el 27.5% de los votantes?
Para pesar del candidato perdedor y del equipo político que en torno a él se armó, ese gran potencial que hasta hace unas pocas semanas parecía arrasador, no paso de ser una más de esas irresponsables euforias juveniles que llenan estadios, corren rumores, idealizan figuras que tan rápido suben como bajan. Por lo menos en Colombia este es el común denominador en todos los procesos sociales que se estructuran sobre bases juveniles. La campaña verde depositó toda su esperanza en el poder transformador de una juventud que con más arrebato que responsabilidad, corrió el rumor que iban a cambiar la historia del país, pero que finalmente ni siquiera salieron a votar.
Esta no es la única candidatura que se queda colgada por cuenta de los jóvenes, tal vez si la más visible, pero no la única. Fueron muchos los candidatos al congreso que hicieron grandes esfuerzos para a través de los medios electrónicos llegar a este grupo poblacional, y fueron muchos los entusiasmados al ver como abrumadoramente crecía el numero de amigos en su red de facebook o en los grupos creados para promocionarse; como cada día subían sus seguidores en el twitter y flicker, como las estadísticas de visitas a sus páginas web se incrementaban y esta se posicionaba como una de las más buscadas. Y sin embargo el día de las elecciones su votación en las mesas correspondiente a la población más joven, no subió en la proporción que subió la participación en sus medios electrónicos o la asistencia a los conciertos que programó en campaña. Fueron muchos los candidatos que convencidos de su presencia en las universidades como directivos, docentes, estudiantes destacados o simplemente populares, se quedaron esperando que sus amigos compañeros y supuestos admiradores juveniles votaran por ellos. No menor fue el número de dirigentes deportivos regionales y nacionales, personajes de la farándula deportiva, melo-dramática y cómica, con una supuesta gran ascendencia entre la población joven, que hoy todavía se preguntan ¿Por qué si les caen tan bien no votaron por ellos?
Si de responsabilidades se trata tal vez los de menor son ellos, los jóvenes, porque en una sociedad proteccionista, donde la cultura es cuidarles, hacerles y proveerles todo a los hijos, hasta que “mi dios me lo permita”, estos no asumen con responsabilidad sus emociones, sus pasiones, ni sus convicciones. Porque siempre habrá quien lo haga por ellos o porque siempre habrá un medio que le permita no tener que ponerse de frente a su responsabilidad. Fácil es para muchos vociferar o amenazar, convencer y seducir, como también sumarse a cuanta causa exista sin estar dispuesto a aportar nada más que un clic, porque el anonimato de la internet se los permite.
Muchas cosas le faltaron al profesor Mockus pero una de las fundamentales fue no haber tenido la certeza que los jóvenes pasarían de la emotividad en la red a la racionalidad en las urnas. No entendió el candidato que lo que él había identificado como una necesidad nacional, sería además su gran falencia, la falta de educación a los jóvenes colombianos para que comprendan y asuman con más responsabilidad todos los actos de sus vidas.