jueves, 26 de agosto de 2010

Castigo a la irresponsabilidad


Al igual que para todos los colombianos, fue grande mi indignación al conocer hace aproximadamente 10 días, que un irresponsable conductor embriagado, que había causado la muerte de una señora en Bogotá y heridas de consideración a dos personas más, había recibido el beneficio de la detención domiciliaria. La pregunta siempre es la misma, ¿por que a algunos que como en este caso, causan la muerte se les concede este beneficio y a otros que son sospechosos de delitos menos graves se les aplica todo el rigor de la Ley? y no tienen la mas mínima oportunidad ni de defenderse, ni de pedir perdón.
Pero tal vez fue mayor mi indignación al ver como la periodista Vicky Dávila del canal RCN, el miércoles pasado entrevista al abogado Fernando Abello, causante de tal tragedia. Si bien creo que la irresponsabilidad de este profesional a quien la vida y la sociedad le han otorgado privilegios que el común de los colombianos no tienen y a quien por ello le cabe una responsabilidad mayor con la sociedad, debe asumir ante esta y ante la justicia la consecuencia de sus actos; no creo que sea justo que se le deba someter, al amparo del derecho a la información, a que con tono de tragedia pero con insidia amarillista, se presente ante todo el país no solo la tragedia humana de la familia Zafra de cuyo seno fue arrancada su madre, si no también regodearse con la tragedia personal y familiar del causante del accidente, quien aun que vuelvo y repito, debe asumir las consecuencias de sus actos, tampoco es un asesino de oficio o a sueldo. Bien caro pagara él sus inconscientes e inoportunos tragos, la justicia lo juzgará y condenará por unos años, lo sociedad lo señalará por un largo tiempo, pero su conciencia lo acompañará y atormentará por el resto de la vida, a cada momento, en cualquier lugar y en toda circunstancia, esta le reclamará a un hombre de bien el gran error que cometió y su nefasta consecuencia.
Suficiente es el castigo que recibirá el señor Abello, para que a demás lo tengan que sufrir también sus familiares, por cuenta del irresponsable afán periodístico de una comunicadora, que preocupada solo por la “chiva” no es consiente ni ha recogido las experiencias del pasado y que su mismo medio ha documentado, en las que tragedias como estas son el principio de una seguidilla de fracasos y discriminaciones. Con seguridad los clientes de este abogado lo abandonaran, sus ingresos disminuirán y las dificultades económicas vendrán; una familia se quedara sin padre por que este estará encarcelado, los amigos se avergonzaran, a los hijos en el colegio los discriminarán y señalaran como la familia del asesino. Pero en el afán periodístico esto no importa, importa la audiencia que las lagrimas de un equivocado y tal vez irresponsable hombre de bien le generen al canal, no en vano este informe fue transmitido y retrasmitido en la emisión del medio día y de las 7 pm del miércoles 25 y en la emisión de las 7 am del jueves 26.
Justo es que el abogado Fernando Abello pague por su irresponsabilidad, justo es que la familia Zafra reclame desde lo penal y lo civil por la muerte injusta e ilógica de su madre. Justo y necesario es que el estado colombiano y que aún los medios, pongan de presente esta tragedia social y familiar para persuadir a los colombianos de no combinar Alcohol con Gasolina. Pero justo no es que algunos medios que posan de serios, crean que marcar en la audiencia es más importante que el dolor de un ser humano. Hay medios que posan de serios, pero son más amarillistas que aquellos que reconocen serlo.

jueves, 19 de agosto de 2010

Ir y venir del José María


Son muchos los esfuerzos hechos por todos los estamentos sociales de la capital antioqueña, tanto públicos como privados, por posicionar a esta como sede importante de eventos o como destino turístico prioritario para nacionales y extranjeros y hay que reconocerlo, la ciudad hoy tiene un posicionamiento en las agendas de eventos nacionales y latinoamericanos, es visitada por muchos en temporadas de asueto o para eventos y temporadas especificas como lo es Colombiamoda, la Feria de las Flores o las festividades navideñas. Sin embargo, hay un detalle que si no se interviene, fácilmente podría poner en riesgo el auge que en este sentido nuestra ciudad pueda tener. Es la seguridad.
No es el orden público de la ciudad, aquel del que tantos políticos, columnistas y ciudadanos han comentado, por lo critico que se presenta, aun que en mucho se relaciona. Es la inseguridad que hay que enfrentar en el ir y venir del Aeropuerto José María Córdoba, condición que cada vez se torna más crítica y a la que al parecer muy pocos le están prestando atención.
La variante las palmas, aquella por la que transitan la mayoría de usuarios de esta terminal aérea y por la que muchos prefieren entrar y salir porque muestra una cara bonita de la ciudad, se ha convertido en una vía de altísima peligrosidad y las estadísticas lo corroboran. Después de pasar el peaje, aquel que es inconfundible por que ha contribuido ostensiblemente a la contaminación visual de la vía siendo la más grande, desordenada y plural valla publicitaria, donde a demás hay que tener todo el cuidado de no atropellar uno de los ciento de vendedores que lo invaden por todos lados en el momento de pagar. Se presentan unas curvas con alta peligrosidad y con muy poca señalización, a demás de una deficiente iluminación que indefectiblemente a diario está dañada por tramos, luego de este tramo del alto, se llega a la Posada de Posada y allí empieza el tramo de mayor riesgo hasta llegar a la glorieta de Sajonia. En los últimos 8 meses casi a diario han ocurrido en este tramo accidentes, todos múltiples, por la calidad de la carpeta asfáltica que no permite que ningún carro frene oportunamente, por más despacio que transite siempre se deslizan, máxime en esta época de lluvias. La policía vial no alcanza a cubrir el nivel de accidentalidad de esta zona y son ellos quienes le solicitan a todos los usuarios que de cualquier forma les ayuden con esta denuncia.
El segundo riesgo de seguridad es el de la banda de fleteros que hay desde el interior del aeropuerto. Para los ciudadanos de bien es imposible acercarse a la zona de desembarque para recibir a sus amigo o familiares, pero los bandidos si aceden fácilmente para saber dónde está el botín. Casualmente son muchísimos los recién llegados que en la vía, restaurantes y paraderos de todo el trayecto o inclusive hasta en Medellín, son accedidos violentamente sea a ellos directamente o a sus vehículos parqueados y justamente nunca les roban la maleta donde va la ropa sucia, siempre reclaman o sustraen aquellas en la que vienen objetos de valor o dinero, ¡qué casualidad! ¿Esto no es lo que se detecta fácilmente en las maquinas de Rx o por los agentes de seguridad del aeropuerto? Ya en días pasados en la autopista Medellín-Bogotá, fueron asesinadas varias personas en la comisión de este delito.
Señores de la Concesión “Túnel de Oriente” ¡hagan algo! ¿Cuántos muertos, heridos y discapacitados más van a esperar para invertir unos pocos pesos de los muchos que obtienen, para cambiar la carpeta asfáltica del tramo Posada de Posada a la Glorieta de Sajonia? ¿Para mantener buena la iluminación y para señalizar mejor la vía? Señores concesionarios del Aeropuerto José María ¡hagan algo! Que la cadena del delito esta comenzando al interior de esta terminal y esta ya arrojo víctimas fatales, además de múltiples contratiempos, decepciones e incomodidades.

jueves, 12 de agosto de 2010

Al César lo que es del César


Fue mucha la preocupación que se generó en Antioquia cuando la Gobernación a través del Instituto para el desarrollo de Antioquia - IDEA, anunció haber adquirido a particulares el porcentaje necesario para hacerse a la mayoría en el proyecto hidroeléctrico Pescadero-Ituango. No solo alarmó la metodología de la “toma hostil”, también llamo la atención el altísimo valor por el cual se habían adquirido tan pocas acciones y el origen de los recursos para el pago de estas. Sin duda se corrió el gran riesgo de descapitalizar al IDEA y no fueron pocas las dudas y suspicacias que entorno a la negociación se suscitaron.
Con críticas muy severas, pero en la mayoría de los casos bien argumentadas, se consideró inconveniente que uno de los grandes patrimonios del Departamento, si no el mas, se hubiese puesto en riesgo con el fin de pisarle el acelerador a un proyecto, que valga también anotar, Empresas Públicas de Medellín había relegado o pospuesto su desarrollo durante muchos años. Tan preocupante lo primero como cuestionable lo segundo.
Preocupante también fue la amenaza de entregar la operación del proyecto a multinacionales extranjeras, muchas de las cuales por su procedencia o por sus precedentes, generaban dudas en la forma como querían acceder a tan jugoso contrato. Igualmente fue cuestionada la posibilidad que el único posible operador nacional, EPM, quedara por fuera de cualquier posibilidad de hacerlo. Afortunadamente las fuerzas vivas de Antioquia, los medios de comunicación y muy particularmente los periódicos El mundo y El colombiano; y la Asamblea departamental, estimularon la discusión y forzaron la intervención del entonces Presidente Alvaro Uribe, para que a instancias de él, se determinaran unos principios para la negociación, que afortunadamente concluyeron con el anuncio del pasado 11 de agosto, en el cual según el propio Gobernador Luis Alfredo Ramos “…todos ganamos”.
Hoy, algunos quieren criticar la posibilidad que tiene el actual gobierno departamental, de invertir los recursos obtenidos como ganancia de tan complicada operación. Argumentan que esos son recursos del futuro de Antioquia y no del presente. Tengo que apartarme de esta apreciación y tengo la autoridad moral para hacerlo, porque así como fui uno de los críticos de la riesgosa operación de “toma hostil” y hubiese sido implacable en el caso de no haber sido exitosa la negociación con EPM o de haberse sometido a la sospechosa subasta pública la operación de este proyecto. También tengo que reconocer que fue muy exitoso el negocio para el Departamento de Antioquia y que premeditadas o no, las presiones del Gobernador y sus colaboradores, le generaron al IDEA ante un gran riesgo, como debe ser, una gran rentabilidad.
Que el actual Gobierno, durante su período de gestión, invierta en lo que mejor crea conveniente, los casi 100 mil millones de pesos que le quedaran al Departamento como fruto de esta negociación, después de recapitalizar al IDEA, merecido lo tiene. ¡Que los van a utilizar para hacer política!, pues la mejor política es hacer las cosas bien y si así los invierten, ¡están en su derecho!. No soy quien para sugerir como utilizar estos recursos, pero si quisiera que antes de hacerlo miraran hacia el sector salud, allí se sigue incubando una gran bomba de tiempo y puede que sanear las finanzas de los hospitales no sea tan visible como pavimentar un kilometro de vías o hacer un puente, pero si mejora mucho más los indicadores de equidad entre todos los ciudadanos de este territorio.
“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” Para el bien de toda Antioquia, esta le salió muy bien al Gobierno departamental.

jueves, 5 de agosto de 2010

Fuerza pública y universidad 2


Hace exactamente un año, el 25 de agosto de 2009, escribí en mi blog http://www.carlosmariomontoya.blogspot.com/, un artículo que titulé “La fuerza pública y la universidad”. Hoy quiero reproducirlo, con algunas pocas correcciones, porque al igual que hace uno y 20 años, la Universidad de Antioquia pretende ser dominada por unos pocos anarquistas, que no consideran para el logro de sus propósitos desestabilizadores, el gran esfuerzo con el que la inmensa mayoría de jóvenes ingresa y logra mantenerse estudiando en este claustro. ¿Quiénes estudian en la U de A? ¿Acaso no son los más destacados bachilleres de todas las regiones de Antioquia y aun de Colombia?, bachilleres que a pesar de sus dificultades económicas se esfuerzan por destacarse y que con dificultades propias y familiares se sostienen en Medellín, esperando concluir pronto sus estudios y empezar a producir para sí mismos y los suyos. Es con estos jóvenes esforzados y dedicados con quien tenemos que ser solidarios.

El objetivo de las universidades debe ser la investigación, el debate respetuoso, el aprecio por el conocimiento y su estímulo en todos los saberes. Más aún, la universidad debe fomentar la búsqueda del bien común para todos sus estamentos. De lo anterior vale la pena preguntarnos, ¿qué pasa cuando las universidades se convierten en espacios en donde se ataca el bien común por parte de unos pocos?, ¿debe el Estado intervenir? La respuesta es sí.

Es importante tener como principio, que la universidad no es un espacio donde deba haber presencia constante de la fuerza pública, debido a que es un escenario que por fundamento no demanda esta situación. No obstante, cuando la universidad es permeada por grupos armados ilegales, que planean atentar en contra del Estado y de la ciudadanía, la situación es diferente. La universidad no puede ser un terreno vedado para la policía y demás instituciones del Estado. Es absurdo pensar que en una sociedad democrática pueda haber zonas en donde haya un acceso restringido o prohibido para la policía y el ejército, esto iría en contra de una de las funciones básicas del Estado cual es la de ejercer un control efectivo sobre un territorio y proteger a su población. Es impensable por lo tanto, establecer límites contarios a la razón misma del Estado colombiano.

Los colombianos todavía recordamos y lamentamos la existencia de la zona de despeje del Caguán. Un territorio de 42.000 kilómetros entregado al grupo terrorista de las FARC, un espacio en donde se impedía el ingreso de las instituciones democráticas colombianas y desde donde se fraguaron atentados en contra de la población colombiana. No podemos permitir por ningún motivo que la universidad pública se convierta en una especie de pequeño Caguán.

Es una lastima que debido a grupos minúsculos de estudiantes y células de grupos armados ilegales externos, la fuerza pública tenga que ingresar a la universidad, un espacio que como hemos dicho está diseñado para el conocimiento y el desarrollo intelectual de las personas, un lugar desde donde se promueva el respeto y la paz y no lo contrario. Sin embargo, mientras existan facciones subversivas y anti democráticas, es el deber constitucional de las instituciones del Estado hacerse presente y enfrentar con toda la decisión a estos grupos. Discusión respetuosa y pacífica sí, acciones vandálicas e ilegales, no por ninguna razón.

La autonomía universitaria no puede ser excusa para el fomento y la protección a la anarquía, el principio de “autonomía” tiene uno antecedente que es el “autocontrol”, si los estamentos universitarios no tienen la capacidad de regirse y controlarse autónomamente y garantizar la libertad y el libre ejercicio de derechos para todos, unos pocos no podrán entonces usurparlos o coartarlos, amparados en la supuesta franquicia territorial universitaria. No podemos permitir territorios vedados para el orden y libres para la anarquía.