jueves, 16 de septiembre de 2010

Fiesta de disfraces

Todavía faltan más de 13 meses para las elecciones regionales en las que se deberá elegir a demás de concejales y diputados, alcaldes y gobernadores, y a pesar de estar tan lejanos estos comicios, en Antioquia el ambiente político ya está bien caldeado. Son muchas las conjeturas que se hacen básicamente en torno a la alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia. La gran pregunta de muchos es si el ex presidente Uribe participara activamente en esta contienda señalando y apoyando candidatos, otros se preguntan si en igual sentido meterá la mano el Presidente Santos y si lo hará en consonancia con Uribe. Inquieta a muchos saber si el prestigio del alcalde Salazar le aguantara para garantizar la continuidad y el triunfo de un candidato de su misma corriente o si la clase política renovada, será capaz de dar solución a esta continuidad. También se preguntan si el Gobernador Ramos será capaz de hacer converger al conservatismo en torno a una candidatura que le garantice la permanencia en el poder de sus amigos y la continuidad de su obra de gobierno.
Difícil responder a estas preguntas y a otras como, ¿que harán los ex mandatarios regionales que hoy están fuera del poder pero con vigencia política? Y la dificultad para resolver estos cuestionamientos no radica en la incertidumbre del tiempo, radica más bien en el desorden de los partidos o movimientos que hoy tendrían la opción de acceder solos o en coaliciones a estos cargos. En Antioquia el partido conservador que fue la fuerza mayoritaria en las pasadas elecciones para el Congreso y la U que fue la segunda fuerza, continúan con profundas divisiones. En Cambio Radical y en el Partido Liberal las disputas no son diferentes. Y los fajardistas sin saber si son verdes, de la ASI o de compromiso ciudadano, sin saber si quieren candidato o si se pegan de otros y enredados en las mismas prácticas y estilos políticos que tanto criticaron.
Hoy en ninguno de estos movimientos las reglas de juego están claras, no saben ni siquiera quien les daría los avales, por que sus organizaciones en Antioquia aun no están definidas, los conservadores tienen un directorio que no se reúne ni toma decisiones, los liberales no lo han podido instalar, la U y Cambio Radical no saben cómo elegir sus directivas regionales y los verdes o fajardistas no saben de donde son, bueno estos últimos siempre resuelven el tema muy fácil, usurpándoles el aval a los pobres indígenas.
Mientras tanto los candidatos a la Alcaldía o a la Gobernación tratan de disfrazarse, buscando congraciarse con aquellos de los que siempre han estado lejanos o de los que se apartaron recientemente, esto no parece una contienda electoral sino una fiesta de disfraces o como explicamos que los fajardistas que ya se habían puesto el disfraz de indígenas hace rato, ahora quieran disfrazar de girasol verde a uno que siempre ha sido bermejo como Aníbal Gaviria; que uno que siempre ha sido azul de Prusia como Gabriel Jaime Rico, ahora quiera ser guacamaya multicolor de la U; o que uno pechirrojo liberal como Luis Pérez, ahora quiera también ser arco iris multicolor de la U; o que Álvaro Vásquez que siempre ha sido cardenal vergonzante, en otra época canario amarillo independiente, después morado prelado de equipo Colombia hoy quiera ser azul de metileno. Esto sin contar a los que hacen todo el esfuerzo por aparentar que están lejanos de donde realmente son cercanos y de acercarse a donde realmente están lejanos. Son muchos los que cercanos a Ramos Dicen estar lejanos de él, los que cercanos a Alonso Salazar dicen no estar con él y muchos, diría que muchísimos, los que sin estar o haber sido cercanos a Uribe, hoy dicen que ya les dio la bendición.

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