martes, 22 de junio de 2010

... y no cambian


Para muchos el resultado de las elecciones en segunda vuelta posiblemente sea altamente predecible y con seguridad esta decisión carecerá entonces de emoción y motivación, por lo cual algunos preferirán quedarse viendo los partidos del mundial. Este es el error que ningún colombiano sensato debería cometer, aquellos que crean que el candidato de sus preferencias ya gano, pues no corran el riesgo que por confiados pueda perder; por el contrario quienes crean que el suyo ya perdió, recuerden que en la política nacional y regional son muchos los “palos” que con frecuencia vemos y estos se consiguen con votos; y quienes crean que las dos alternativas no merecen su voto de confianza, pues que mejor castigo para los políticos que el voto en blanco. Sea cual fuere su alternativa, en todas el voto es la opción más válida para pronunciarse.
Afortunadamente para mañana la incertidumbre de quien será el nuevo Presidente de la Republica se aclarara, pero se crea una mucho mayor ¿Qué pasará con el nuevo Gobierno? Y ¿Qué pasará con el país? Estas son tal vez cuestiones mucho más trascendentales que la electoral.
Hay algo que queda muy claro después de este período electoral en el que se eligió nuevo Congreso y Presidente. Los políticos y las prácticas políticas en Colombia no cambian. Sin ninguna duda las elecciones de Congreso fueron de lejos las más corruptas que nuestra patria haya podido vivir, tanto así lo fueron, que a la fecha el Concejo Nacional Electoral no ha podido determinar en su totalidad cuales son los nuevos Representantes a la Cámara y ninguno de los nuevos Senadores. Si bien los paramilitares y la guerrilla no participaron sustancialmente como en años anteriores en la elección de los congresistas, el derroche de dinero para compra de votos fue descomunal e inusitado, ¿de dónde salió? Pues que lo averigüen los responsables, por que las denuncias ya están hechas. Algunos de estos elegidos hoy están llegando a la campaña de Santos, esperando retribución que les permita, siendo este Presidente, que les dé “juego” para seguir quilmando el erario público y poder financiar sus próximas campañas. En la típica reacción del politiquero frustrado, se apartarán de la coalición de Gobierno más temprano que tarde, cuando vean que todo está repartido y que para ellos no hubo nada. Ojala estos no sean tantos como para entorpecer al nuevo Gobierno y causarle daño al país.
Tampoco cambian los políticos, no por que necesariamente sean los mismos elegidos, más bien porque se siguen viendo igual que aquellos de los cuales la opinión pública está cansada. Muy frustrante es ver como aquellos que se quisieron mostrar como los diferentes, terminaron hablando igual, actuando igual, vociferando igual, haciendo señalamientos irresponsables con el único fin de conseguir un voto, nada de diferente tienen y quienes están cerca al poder que ellos hoy ostentan bien lo pueden corroborar, ese verde esperanza, no paso de ser una frustrada esperanza mas, no por que posiblemente pierdan, si no porque son más de lo mismo.
Tarea dura la del nuevo presidente: reconciliar al país, mantener y mejorar la seguridad y enrutarnos por el sendero de la prosperidad, sin caer en las presiones de la política tradicional y sin temerle a la oposición revanchista de los que creyéndose con derecho, luego de su tardía llegada, serán desposeídos del poder. Será de ellos de quien el Gobierno tendrá que cuidarse, porque con certeza la oposición no será verde.

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