jueves, 17 de febrero de 2011

Escupiendo al cielo

Ahora vera que en este Departamento la administración pública, las obras y en general las cosas bien hechas, solo existen desde el 1 enero del 2008. Menos mal que llego el mesías salvador, que en tres años logró descubrir todo lo malo y hacer todo lo bueno. Por lo menos, eso es lo que nos quiere hacer creer el Gobernador Ramos y algunos de sus funcionarios, que en cuanta oportunidad tienen, despotrican y desacreditan la gestión de sus antecesores.
No creo que el doctor Ramos, tuviese la necesidad de destruir lo hecho, para edificar sobre las ruinas, en aras de tener una mayor popularidad o de hacer más evidente su gestión. Por el contrario, él es un hombre capaz y de suerte, de aquellos que así las cosas le salgan mal, siempre parecen lo contrario; algunos consideran además, que políticamente goza del efecto teflón, porque todo lo que pasa alrededor de su equipo o al interior de el, le resbala; conocedor y hábil como el que más, en el manejo de los medios de comunicación y también un hombre de buenas maneras, aunque a veces estas se le olviden allende el área metropolitana.
Tampoco habrá que menospreciar o difamar su gestión en busca de reivindicar las anteriores. Sin excepción, aquellas y esta se defienden solas. La actual con mayor razón: el gobierno de Luis Alfredo Ramos ha logrado impactar la opinión de los antioqueños con acciones de toda magnitud y también ha logrado hacer visible algunos proyectos, que podrán ser de gran trascendencia en la vida de las futuras generaciones o ser un monumental fracaso, la historia y los resultados lo dirán. Pero cierto es, que a este gobierno le ha ido bien, sin querer decir que es al único o el mejor. Entonces ¿cuál es la razón para que esta administración se haya empeñado en hacer creer que las anteriores solo han cometido errores?
No se le ve bien al mandatario de los antioqueños, que él o sus subalternos, digan que las mayores obras de infraestructura hechas en el pasado son una vergüenza. Primero tendrá que revisar cuantos de los promotores de ellas son sus amigos, y las propusieron e hicieron, contando en su momento con el apoyo de Ramos. Igualmente, habrá de mirar cuantos de los constructores e interventores, hoy son sus asesores y cuántos de ellos son hoy los contratistas de las obras que su gobierno contrata, solo bastaría una pregunta: ¿quién construirá el túnel de oriente? Deberá revisar el señor gobernador, por que los gremios de la construcción no se pronuncian, gremios dirigidos por algunos de sus actuales aliados. No se le ve bien a sus subalternos decir que decisiones de hoy son para enmendar errores de gobiernos anteriores, ¿entonces se demoraron más de tres años, trabajando con los mismos funcionarios de gobiernos anteriores, cercanos y lejanos del actual, para darse cuenta y tomar correctivos?
Creo más bien que el transfondo es solo político, más bien electoral, mejor dicho electorero. Querer desacreditar a quien ya gobernó con éxito, para tratar de atajarle una nueva aspiración. Equivocada estrategia, deberá recordar el doctor Ramos, que él también la padeció por parte de otros y que por el contrario se fortaleció. Entonces, ¿qué hace un hombre de tan buenas maneras escupiendo al cielo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario