miércoles, 14 de octubre de 2009

LOS GODOS TIRAN LA PRIMERA PIEDRA


La dificultad política por la que está pasando Andrés Felipe Arias debería ser un motivo de unidad y apoyo por parte de toda la dirigencia azul, pero en forma increíble, la primera dificultad del que es hoy en día el candidato conservador más sólido para aspirar al solio presidencial, divide al partido. Esto lo evidencia el periódico El Colombiano titulando una nota sobre las rupturas al interior del Partido Conservador a raíz de los escándalos por el programa Agro Ingreso Seguro (AIS) “Candidatura de Arias divide a los conservadores”.

Muchos políticos conservadores indignados por las irregularidades en la entrega de subsidios de AIS han salido públicamente a señalar a Arias como responsable de la entrega de millonarios subsidios a familias adineradas del Magdalena y otros departamentos. Sin mucho recato ni prudencia, algunos se han adelantado a las investigaciones de las entidades correspondientes y han tildado a Arias de mentiroso y poco ético. Con estas graves aseveraciones diferentes figuras públicas han asumido el papel de jueces de la República, hecho que preocupa puesto que debilita la institucionalización nacional.

Los medios le han endilgado al ex ministro una responsabilidad política que posiblemente tenga o no. Pero el fondo está en la culpabilidad que tienen aquellos encargados directos de la adjudicación de los subsidios, es a ellos a quien les cabe no sólo la responsabilidad política, sino también la administrativa y la penal. ¿Para qué el estado deposita en las ONGs estas responsabilidades, si no es para evitar los supuestos errores en que la administración pública ha incurrido? A ellos hay que reclamarles la transparencia en el proceso, transparencia que al parecer no existió por su falta de control y por la deshonestidad de aquellos que falsearon la información para acceder a estos beneficios. Estos si son los responsables reconocidos de la defraudación a un programa estatal bien intencionado.

El Partido Conservador Colombiano pasa por un buen momento. Con figuras como la de Andrés Felipe Arias el partido azul ha retomado protagonismo e importancia en la vida política nacional. Es una pena que los conservadores en lugar de respaldar a Arias se disuelvan por la presión mediática que ha generado la entrega de subsidios de AIS. Si bien lo sucedido con este programa es cuestionable, es apresurado e imprudente señalar con dedo acusador y sin evidencia probatoria al ex ministro Arias como el culpable del hecho.


Hace falta solidaridad, solidez y coherencia entre los conservadores. Hacemos parte de una colectividad que nos agrupa por una identificación con unos principios determinados que compartimos, es una equivocación adelantarse a las autoridades competentes y señalar a Arias como el culpable de la entrega poco transparente de subsidios a familias acaudaladas. Andrés Felipe es hoy el candidato joven más visible y prometedor del Partido Conservador y de la política colombiana, llevarlo al paredón de la infamia por un responsabilidad que no le ha sido demostrado es cortarle las alas a un líder joven en ascenso que ha contribuido al resurgimiento de un partido decadente y que hoy puede ser la fuerza política que une en Colombia. Sí el partido se va a desintegrar con la primera dificultad de uno de sus líderes en campaña, entonces no está en capacidad de asumir la jefatura de un Estado donde los problemas y los escándalos justificados e injustificados son el pan de cada día. Que lastima que se mantenga la mala costumbre de entre amigos tirarnos la primera piedra.

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