jueves, 12 de agosto de 2010

Al César lo que es del César


Fue mucha la preocupación que se generó en Antioquia cuando la Gobernación a través del Instituto para el desarrollo de Antioquia - IDEA, anunció haber adquirido a particulares el porcentaje necesario para hacerse a la mayoría en el proyecto hidroeléctrico Pescadero-Ituango. No solo alarmó la metodología de la “toma hostil”, también llamo la atención el altísimo valor por el cual se habían adquirido tan pocas acciones y el origen de los recursos para el pago de estas. Sin duda se corrió el gran riesgo de descapitalizar al IDEA y no fueron pocas las dudas y suspicacias que entorno a la negociación se suscitaron.
Con críticas muy severas, pero en la mayoría de los casos bien argumentadas, se consideró inconveniente que uno de los grandes patrimonios del Departamento, si no el mas, se hubiese puesto en riesgo con el fin de pisarle el acelerador a un proyecto, que valga también anotar, Empresas Públicas de Medellín había relegado o pospuesto su desarrollo durante muchos años. Tan preocupante lo primero como cuestionable lo segundo.
Preocupante también fue la amenaza de entregar la operación del proyecto a multinacionales extranjeras, muchas de las cuales por su procedencia o por sus precedentes, generaban dudas en la forma como querían acceder a tan jugoso contrato. Igualmente fue cuestionada la posibilidad que el único posible operador nacional, EPM, quedara por fuera de cualquier posibilidad de hacerlo. Afortunadamente las fuerzas vivas de Antioquia, los medios de comunicación y muy particularmente los periódicos El mundo y El colombiano; y la Asamblea departamental, estimularon la discusión y forzaron la intervención del entonces Presidente Alvaro Uribe, para que a instancias de él, se determinaran unos principios para la negociación, que afortunadamente concluyeron con el anuncio del pasado 11 de agosto, en el cual según el propio Gobernador Luis Alfredo Ramos “…todos ganamos”.
Hoy, algunos quieren criticar la posibilidad que tiene el actual gobierno departamental, de invertir los recursos obtenidos como ganancia de tan complicada operación. Argumentan que esos son recursos del futuro de Antioquia y no del presente. Tengo que apartarme de esta apreciación y tengo la autoridad moral para hacerlo, porque así como fui uno de los críticos de la riesgosa operación de “toma hostil” y hubiese sido implacable en el caso de no haber sido exitosa la negociación con EPM o de haberse sometido a la sospechosa subasta pública la operación de este proyecto. También tengo que reconocer que fue muy exitoso el negocio para el Departamento de Antioquia y que premeditadas o no, las presiones del Gobernador y sus colaboradores, le generaron al IDEA ante un gran riesgo, como debe ser, una gran rentabilidad.
Que el actual Gobierno, durante su período de gestión, invierta en lo que mejor crea conveniente, los casi 100 mil millones de pesos que le quedaran al Departamento como fruto de esta negociación, después de recapitalizar al IDEA, merecido lo tiene. ¡Que los van a utilizar para hacer política!, pues la mejor política es hacer las cosas bien y si así los invierten, ¡están en su derecho!. No soy quien para sugerir como utilizar estos recursos, pero si quisiera que antes de hacerlo miraran hacia el sector salud, allí se sigue incubando una gran bomba de tiempo y puede que sanear las finanzas de los hospitales no sea tan visible como pavimentar un kilometro de vías o hacer un puente, pero si mejora mucho más los indicadores de equidad entre todos los ciudadanos de este territorio.
“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” Para el bien de toda Antioquia, esta le salió muy bien al Gobierno departamental.

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