jueves, 19 de agosto de 2010

Ir y venir del José María


Son muchos los esfuerzos hechos por todos los estamentos sociales de la capital antioqueña, tanto públicos como privados, por posicionar a esta como sede importante de eventos o como destino turístico prioritario para nacionales y extranjeros y hay que reconocerlo, la ciudad hoy tiene un posicionamiento en las agendas de eventos nacionales y latinoamericanos, es visitada por muchos en temporadas de asueto o para eventos y temporadas especificas como lo es Colombiamoda, la Feria de las Flores o las festividades navideñas. Sin embargo, hay un detalle que si no se interviene, fácilmente podría poner en riesgo el auge que en este sentido nuestra ciudad pueda tener. Es la seguridad.
No es el orden público de la ciudad, aquel del que tantos políticos, columnistas y ciudadanos han comentado, por lo critico que se presenta, aun que en mucho se relaciona. Es la inseguridad que hay que enfrentar en el ir y venir del Aeropuerto José María Córdoba, condición que cada vez se torna más crítica y a la que al parecer muy pocos le están prestando atención.
La variante las palmas, aquella por la que transitan la mayoría de usuarios de esta terminal aérea y por la que muchos prefieren entrar y salir porque muestra una cara bonita de la ciudad, se ha convertido en una vía de altísima peligrosidad y las estadísticas lo corroboran. Después de pasar el peaje, aquel que es inconfundible por que ha contribuido ostensiblemente a la contaminación visual de la vía siendo la más grande, desordenada y plural valla publicitaria, donde a demás hay que tener todo el cuidado de no atropellar uno de los ciento de vendedores que lo invaden por todos lados en el momento de pagar. Se presentan unas curvas con alta peligrosidad y con muy poca señalización, a demás de una deficiente iluminación que indefectiblemente a diario está dañada por tramos, luego de este tramo del alto, se llega a la Posada de Posada y allí empieza el tramo de mayor riesgo hasta llegar a la glorieta de Sajonia. En los últimos 8 meses casi a diario han ocurrido en este tramo accidentes, todos múltiples, por la calidad de la carpeta asfáltica que no permite que ningún carro frene oportunamente, por más despacio que transite siempre se deslizan, máxime en esta época de lluvias. La policía vial no alcanza a cubrir el nivel de accidentalidad de esta zona y son ellos quienes le solicitan a todos los usuarios que de cualquier forma les ayuden con esta denuncia.
El segundo riesgo de seguridad es el de la banda de fleteros que hay desde el interior del aeropuerto. Para los ciudadanos de bien es imposible acercarse a la zona de desembarque para recibir a sus amigo o familiares, pero los bandidos si aceden fácilmente para saber dónde está el botín. Casualmente son muchísimos los recién llegados que en la vía, restaurantes y paraderos de todo el trayecto o inclusive hasta en Medellín, son accedidos violentamente sea a ellos directamente o a sus vehículos parqueados y justamente nunca les roban la maleta donde va la ropa sucia, siempre reclaman o sustraen aquellas en la que vienen objetos de valor o dinero, ¡qué casualidad! ¿Esto no es lo que se detecta fácilmente en las maquinas de Rx o por los agentes de seguridad del aeropuerto? Ya en días pasados en la autopista Medellín-Bogotá, fueron asesinadas varias personas en la comisión de este delito.
Señores de la Concesión “Túnel de Oriente” ¡hagan algo! ¿Cuántos muertos, heridos y discapacitados más van a esperar para invertir unos pocos pesos de los muchos que obtienen, para cambiar la carpeta asfáltica del tramo Posada de Posada a la Glorieta de Sajonia? ¿Para mantener buena la iluminación y para señalizar mejor la vía? Señores concesionarios del Aeropuerto José María ¡hagan algo! Que la cadena del delito esta comenzando al interior de esta terminal y esta ya arrojo víctimas fatales, además de múltiples contratiempos, decepciones e incomodidades.

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