jueves, 25 de noviembre de 2010

Protagonistas de nuestra patria


Aun que me declaro abiertamente enemigo de los contenidos de la televisión colombiana, en ocasiones me toca decidir entre alejarme de mi familia y encerrarme en mi cuarto o compartir con ella y sentarme al inicio de la noche a conversar y ver algo de televisión. Como es obvio y más aun, cuando son cuatro mujeres, se impone lo que ellas quieran ver. Pues a pesar de renegar durante todo el tiempo, me ha tocado tragarme en dos o tres oportunidades a “protagonistas de nuestra tele”. Y reniego porque primero me parece una farsa lo que allí pasa, pero a demás porque considero insultante, que nos restrieguen en la cara todos los anti valores posibles que en nuestra sociedad de han enquistado y que con seguridad son gran parte de la razón del porque padecemos tantas lacras.
Con más disgusto que gusto, tuve que reconocer que ese programa debería llamarse “Protagonistas de nuestra patria”, porque además de mostrar como somos, también permite ver como reaccionamos. Hay un tal Cristian, que cuando llego, lloró porque de la casa lo habían echado por querer ser actor, ¡nada más conmovedor para clasificar!, igual actúan los colombianos cuando el asesino y el ladrón lloran diciendo que están arrepentidos o ante el maltrato de alguien, todos se conduelen y le otorgan beneficios a aquel miserable que no pensó igual cuando cometían sus fechorías. Con seguridad este mismo personaje ha logrado mantenerse en escena, gracias a la virgencita y a la camándula, no porque ellos lo protejan, sino porque las sabe utilizar como herramienta, de la misma forma que la utilizan muchos que han estafado a las personas y al país, invocando la fe, la caridad y la protección de la familia, nada más peligroso que aquel que reparte bendiciones por doquier y pone siempre de frente a la virgen y el al rosario.
Creo que hay una Claudia, santurrona ella, que no se mete con nadie y por eso nadie se ha metido con ella, esforzada y dedicada tratando de cumplir bien su tarea, pero ya dijo que no creía en Dios y ese guardado se lo tienen ahí, para que los colombianos en la primera oportunidad se la cobren; igual que pasa con aquellos que quieren actuar bien y se atreven a señalar y denunciar a quienes son corruptos, con ellos se es implacable y siempre se está a la espera de cualquier desliz, para ahí sí, caerle con toda y cobrarle lo que no deben, hay que cobrarle duro al que es diferente al común denominador.
Y ni hablar de nuestro extremismo patrio, a los seguidores de este programa, les encanta cuidar y votar a favor de quien cause malestar y conflicto, puede que la razón lo acompañe, pero lo hace de una forma que choca con todos, aunque se reniegue de él, se vota por él. Esto se me parece mucho a los que pasa con el ex presidente Uribe, de quien muchos dicen que debería dejar de andar casando peleas con todo lo que a su alrededor o de su alrededor se mueva, pero sin embargo lo siguen acompañando. No me cuento entre ellos, porque creo que sus peleas tienen una razón de ser y que sus contrincantes merecen el tono que el ex presidente utiliza.

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