viernes, 1 de julio de 2011

Desuribizar



En la medida en que se acercan las elecciones de octubre, cada una de las campañas viene definiendo sus estrategias, pero hay una, que algunos han querido aplicar desde hace días y otros la inician ahora, el problema es que los efectos de esta maniobra, hasta ahora han sido más perjudiciales que benéficos para quienes la han utilizado.

Con entusiasmo Darío Montoya, promovió su candidatura a la alcaldía de Medellín como el candidato de Álvaro Uribe y aseguraban que el ex presidente, manifestaba que este era su señalado. Todos conocen la suerte que corrió esta candidatura, que nunca despego en las encuestas. Igual suerte corrió Juan Felipe Campuzano, quien quiso apropiarse de las banderas de Uribe, diciendo que él, había manifestado que Campuzano era el más indicado para aplicar la política de seguridad democrática en Medellín. Luego fue Gabriel Jaime Rico, quien indiscutiblemente si era el mas cercano de los cuatro precandidatos de la U a la alcaldía, al ex mandatario; este, como buen publicista, se encargo de hacerlo muy público. Sin embargo esta actuación tampoco le sirvió de mucho.

Hicieron lo mismo hace algunos meses Luis Pérez y Álvaro Vásquez, El primero, quiso ser en principio el candidato se la U a la alcaldía, mostrándose como muy cercano a Uribe, sin embargo el propio ex mandatario se encargo de contar que no lo eran tanto y que no estaba en su baraja; el segundo, pretendió iniciar su campaña recordando que fue funcionario de Uribe, muy pronto se dio cuenta que recordar este pasaje, no era grato para el ex presidente y rapidito lo saco de su discurso. Tal vez esta fórmula, es la única que claramente no es la de Uribe, así ellos traten de no dejarse alejar de él.

Como la formula de ser los “personeros” de Álvaro Uribe Vélez y de su política, no les funciono, ahora la estrategia es tratar de demostrar que los otros candidatos estan muy lejanos de este, incluso se atreven a señalarlos como sus enemigos. Puede que en una tarima, Uribe no se pare a promover la candidatura de Aníbal Gaviria a la alcaldía y de Sergio Fajardo a la gobernación, pero con certeza, tampoco tendrá argumentos para defender otras, en contra de quienes fueron sus compañeros de gobierno y con quienes logro estrechar tan excelente relación, que fueron por los 4 años de sus mandatos, los mejores de lejos, en sus correspondientes entes territoriales, eso no se logra siendo enemigo del Presidente de la república.
Ni Carlos Mario Estrada, ni Federico Gutiérrez, son los más eximios representantes de los postulados uribistas, al menos eso no se hizo evidente cuando se definió que el ex concejal fuera el candidato de la U a la alcaldía, ni se ha visto en los ya largos meses de campaña a la gobernación de Estrada. Esto no los hace menos dignos, ni menos merecedores de las candidaturas que ostentan. Simplemente ratifica, que ni los unos son tan cercanos a Uribe como se quieren mostrar, ni los otros tan lejanos como los quieren hacer ver. Por eso, lo mejor sería “desuribizar” la campaña en Medellín y Antioquia, para que algunos candidatos se dejen de equivocar, manoseando y jugando con la imagen del ex mandatario.

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